El largo recorrido de nuestra agua del grifo

Las compañías locales de suministro de agua realizan un gran esfuerzo para suministrar agua potable en perfectas condiciones a todos los hogares. En este contexto se aplican estrictos valores límite y la alta calidad del agua queda garantizada gracias a los controles constantes. No obstante, según la normativa aplicable al agua potable, cada propietario de un inmueble es responsable de asegurar un nivel de higiene sufi ciente de las tuberías conectadas al contador.

En una casa unifamiliar convencional hay tendidos habitualmente más de 100 metros de tuberías. Esta es una distancia muy larga que debe recorrer el agua hasta el grifo. En su camino se ve expuesta a numerosas interacciones entre presión, agua y materias primas, y precisamente esto es lo que puede perjudicar el disfrute, la salud y la calidad de vida.

agua estancada

Si el agua permanece en las tuberías durante mucho tiempo, por ejemplo durante la noche, surge adicionalmente la problemática del agua estancada cargada de información negativa, cuyo consumo está altamente desaconsejado por ejemplo por el Ministerio de Medio Ambiente (Bundesumweltamt).

Tuberías, intercambiadores de calor y calderas

Al recorrer el centenar de metros de tuberías instaladas en una casa unifamiliar tí pica, nuestra agua corriente está someti da a numerosas interacciones con el material de las tuberías. Incluso una capa de cal muy delgada de 2 mm en las resistencias puede causar una pérdida en la transmisión de la energía de aprox. un 15 %. Además de aumentar los costes, la cal conlleva otro riesgo: los depósitos de cal en las tuberías representan un caldo de culti vo ideal para bacterias, gérmenes y la legionella. La experiencia demuestra que nuestra innovación no solo protege de los depósitos de cal; además, consigue disolver a lo largo del ti empo los sedimentos que ya se hayan formado, dado que el agua estructurada puede transmiti r su información.

La cal como problema y factor de coste

A primera vista, la cal es inocua para el consumo humano; sin embargo, causa muchas molesti as y problemas. Además de formar manchas blancas en fregaderos, azulejos, grifos y en la vajilla y favorecer la aparición de problemas de higiene debido al asentamiento de bacterias en los depósitos, la cal daña sobre todo el sistema de tuberías del edifi cio. Se va depositando en las paredes internas en capas cada vez más gruesas y resistentes y puede causar, en muy poco ti empo, gran pérdida de energía, obstrucción de las tuberías, calcifi caciones en las resistencias de la lavadora, en la caldera y en el calentador de agua y disminuir el caudal de agua e incluso provocar reventones de tuberías. Si la instalación domésti ca no dispone de protección sufi ciente, la cal puede causar daños importantes que derivan en reparaciones caras y acortar la vida úti l de los electrodomésti cos.